La Unesco declaró la ciudad Patrimonio de la Humanidad en 1979. Entre sus edificios de interés están el Palacio de Diocleciano, que ofrece restos arqueológicos muy interesantes como la fortaleza y el Templo de Júpiter. Dentro de este recinto también se encuentra la Catedral de Domnio. Split también alberga dos importantes museos arqueológicos, una dedicado a la antigüedad, otro a principios de la época medieval. El aspecto más reconocible de Split es la cultura musical popular.